El trabajo con niños es mucho más complicado que con jóvenes o adolescentes. Los niños exigen mayor esfuerzo en las técnicas de captación de la atención y el reforzamiento de la no perdida del interés. La sinceridad del niño permite darnos cuenta cuando realmente presta atención o cuando simplemente no le interesa lo que tratamos de transmitirle, es entonces cuando la metodología y la capacidad de quien intenta comunicarle algún tipo de información se pone a prueba.
En los niños las dinámicas y actividades están compuestas básicamente por juegos, pero no cualquier tipo de juego, sino unos elaborados especialmente para contener un mensaje positivo que el propio niño identifique luego de participar y que asimile como un proceso de aprendizaje. La experiencia de aprender jugando también deja en el niño un concepto diferente de lo que es o puede llegar a ser el aprendizaje, un proceso divertido mediante el cual se aprenden nuevas cosas. Y lo divertido siempre estará asociado al aprendizaje mientras que la metodología de enseñanza cuente con el uso de dinámicas de grupos, porque los niños aprenden mucho mejor cuando están jugando.